64 futuros odontólogos y odontólogas UC llegaron hasta Guacarhue en la comuna de Quinta de Tilcoco, para desarrollar intensas jornadas de voluntariado. “Esto nos motiva a seguir aportando un granito de arena a pesar de aun no ser profesionales”, dice el estudiante Martín Chavarría, quien participó del proyecto.
En medio de las vacaciones de verano, un total de 64 estudiantes de Odontología UC participó –entre el 3 y el 11 de enero– en alguna de las jornadas de “Odontomóvil”, voluntariado creado por el alumnado y que esta vez llegó a la región de O’Higgins.
Según el doctor Uriel Montenegro, fueron las autoridades locales quienes solicitaron realizar el proyecto en esa zona. “La organización local nos recibió muy bien, todo limpio, ordenado y preparado para nuestras actividades. En todo momento estuvieron preocupados del correcto funcionamiento de la actividad”, dice el docente líder del proyecto, quien enfatiza que Odontomóvil “se mantiene gracias a las autoridades, estudiantes y docentes que participan año a año”.
De acuerdo al último Censo, en Guacarhue viven cerca de 900 personas, de las cuales 130 fueron atendidas por la iniciativa, principalmente personas mayores, además de niños y adolescentes. “La gratitud de las personas es la mejor parte. Es emocionante ver y sentir el agradecimiento de la comunidad a las que les podemos entregar una solución a su necesidad, por más mínima que sea”, cuenta Martín Chavarría, estudiante de quinto año. “Además, es verdaderamente sorprendente lo agradecida que es toda la gente a las que ayudamos, tanto así que llegan hasta los abuelos de los pacientes a darnos las gracias”, agrega.
Odontomóvil partió en 2014 y se realiza durante los meses de julio y enero en comunidades rurales o de difícil acceso a la atención odontológica, dando la oportunidad a estudiantes de “derribar brechas y educar a la población, para prevenir las enfermedades bucales de personas, principalmente aquellas que están alejadas, las que, según sus mismos habitantes, se sienten olvidados”, reconoce Pilar Morales, directora de Pregrado de la Escuela de Odontología UC. “Así, las y los estudiantes de nuestra Escuela, reciben una formación integral y le dan más sentido a su profesión”, comenta.
“Desde que entré a la carrera de Odontología he participado de todas las versiones que se han realizado, decidí ser parte de este voluntariado porque la acción social que se ejerce es muy grande y la gente queda realmente agradecida, además de que fomenta el trabajo en equipo y el liderazgo positivo”, confiesa María Fernanda Santibáñez, quien egresó hace un par de semanas.
“El odontomovil ha sido una de las experiencias más gratificantes que he tenido en la universidad”, cuenta Martín Chavarría. “Te ayuda a tener una mejor idea de lo que es el trato con los pacientes y lo que es el trabajar como un odontólogo”, dice. Para Santibáñez, “todos los estudiantes de Odontología deberían por lo menos asistir a una versión del voluntariado”, esto porque, según comenta, “permite conocernos entre las distintas generaciones y crear vínculos con todos los alumnos desde primero a sexto año, además de poder mirar la Odontología desde otro punto de vista, uno más cercano a la gente y adquirir nuevos conocimientos que te preparen”.
Con este proyecto no solo se busca responder a la necesidad de las comunidades, también entrega a los estudiantes que participan nuevas herramientas, asegura Pilar Morales: “Voluntariados como Odontomóvil permiten que nuestros estudiantes se conecten con las personas, sus contextos e historias, lo que favorece el aprendizaje intercultural. Además, tienen la oportunidad de poner en práctica todo lo que han aprendido, humanizando nuestra disciplina y yendo más allá de las aulas”.
