Nota: Carlos Cid - Periodista Escuela de Odontología UC
Fecha: 4 de septiembre 2023
Según cuenta, es uno de los 9 cirujanos dentistas de toda la Isla. Ubicado en la región de Magallanes, Juan Pablo Bahamonde, llega a trabajar con un fuerte viento hasta el hospital de Porvenir: “Aquí la tranquilidad es impagable”, dice.
Nacido en Punta Arenas y criado en Porvenir, llegó a Santiago el 2014 para cumplir su sueño: “Desde niño me llamó la atención ser odontólogo”, comenta el ahora doctor Bahamonde. Tras conocer los resultados de, en aquel entonces, la PSU, Juan Pablo fue aceptado en Odontología UC vía Talento e Inclusión: “Me fui a ojos cerrados, ya que la UC tiene mucho prestigio y trayectoria en múltiples áreas”.
Pero la capital era muy distinta a su pequeña localidad. “Al principio era muy chocante. Las distancias son muy grandes para llegar de un lado a otro, existe un estrés colectivo a diario sobre todo en los horarios punta, y veía un cierto grado de individualismo, además de poca preocupación por el otro”, dice tras su experiencia viviendo sólo y a 2206 kilómetros de su familia.
En medio de la carrera, Juan Pablo Bahamonde quería ejercer en Santiago, sin embargo, tras terminar la universidad viajó a Chiloé para “probar allá”, como dice él. Estando en el archipiélago “desde Porvenir me ofrecieron participar del proceso de postulación a los programas de extensión horaria, así que regresé a mitad de este año a mis tierras y comencé a trabajar ahora en agosto”.
Volver a su amado Porvenir luego de ocho años, no ha sido fácil para el Cirujano Dentista UC, sobre todo ante la lejanía del continente: “El hecho de ser zona extrema hace que los costos aumenten por lo que la compra de insumos a veces es complicada y, por rentabilidad, hay que maniobrar muy bien los recursos”.
En una comuna en la que viven, principalmente, personas mayores, el Hospital Comunitario Dr. Marco Chamorro de Porvenir es la única institución de salud pública de la zona que los recibe. Un lugar con grandes desafíos, incluidos los odontológicos. “Aquí faltan recursos tanto en infraestructura, implementación y personal para cubrir las necesidades de la población, ya que muchas veces los pacientes presentan problemas para viajar desde la Isla hacia Punta Arenas, donde pueden asistir a atenderse con especialistas del sistema público o particular”, relata el profesional de 28 años.
Ni vientos de más de 100 kilómetros por hora de algunos días, las intensas lluvias, nieve, los factores de conectividad e infraestructura han detenido a Juan Pablo, ya que considera la UC le entregó todas las herramientas necesarias para enfrentarse a escenarios complejos, los mismos que vive al llevar atención odontológica al fin del mundo. “Aquí he puesto en práctica todo lo que aprendimos en el pregrado sobre la atención centrada en el paciente, con enfoque biopsicosocial, familiar y comunitario, tratando de abordar la mayor cantidad de dimensiones posible para logar buenos resultados”.
Y aunque lleva poco más de un mes como dentista en la zona, el Alumni de la Escuela de Odontología UC considera que “ha sido una buena experiencia, bastante enriquecedora a nivel profesional y personal. He podido conocer aplicar todos los conocimientos aprendidos, relacionarme con cada paciente, escuchar sus historias, empatizar sus dolencias y abordar cada caso en conjunto”.
Luego de atender a sus pacientes, Juan Pablo Bahamonde agradece un día más de trabajo: “Se siente muy bien regresar a casa después de ocho años después. Como es un pueblo pequeño, queda todo muy cerca, y si quieres salir a caminar o hacer ejercicio puedes hacerlo con tranquilidad ya que no hay el tráfico de la ciudad, o también puedes ir al campo a relajarte”, aunque advierte que “siempre que el clima acompañe”.
En Porvenir ha vivido experiencias interculturales junto a sus compañeros del hospital, y usuarios: “Salir de Santiago y conocer otras realidades ayuda a ampliar la perspectiva del contexto nacional en salud. Cada zona tiene su propio contexto, ya sea urbano o rural, con estilos de vida y costumbres muy diferentes, entonces el atreverse a esto es algo muy enriquecedor”.
Desde Magallanes, el exestudiante reconoce que a muchos les puede resultar desafiante salir de Santiago o de las principales ciudades para ejercer su profesión, ante los problemas de cada región. Sin embargo, recomienda atreverse: “Los cambios cuestan y van a implicar desarrollar muchas habilidades personales, como la responsabilidad, disciplina, resiliencia, tolerancia a la frustración, autocuidado, pero se puede. Sólo hay que atreverse a vivirlo, después con el tiempo se ven los frutos de todo esfuerzo. En verdad beneficia muchísimo”.
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