Cursando el quinto año de Odontología UC, la estudiante lidera iniciativas que promueven la prevención del cáncer oral y el cuidado de la salud bucal desde un enfoque comunitario
Fecha: 22 de julio 2025
Monserrat Soto, estudiante de la Escuela de Odontología UC, ha convertido su paso por la universidad en un proyecto transformador, con fuerte vocación de servicio y compromiso social a través de distintas iniciativas donde ha llevado la salud oral a comunidades con un enfoque en la prevención, la educación y la inclusión.
“Lo que me motivó a estudiar Odontología fue poder hacer un aporte a las comunidades. Me gusta mucho el contacto con las personas, y eso me ha permitido vincularme en temas comunitarios durante la carrera”, señala Monserrat.
Uno de los proyectos más relevantes que lidera es el voluntariado Bocas: Más que Dientes, una iniciativa que surgió a partir de una inquietud personal. “Me di cuenta de que en la Escuela de Odontología faltaban voluntariados que abordaran un tema que a mí me interesaba mucho, como el cáncer oral”, explica la estudiante.
La baja visibilidad de esta enfermedad en la población fue el motor que impulsó la creación del proyecto. “Observamos que muchas personas desconocen esta patología, sus factores de riesgo, señales de alerta y signos tempranos. Esto, lamentablemente, suele traducirse en diagnósticos tardíos con pronósticos menos favorables”, indica Soto.
Conectando con la realidad: Odontología con sentido comunitario
El voluntariado Bocas: Más que Dientes es coordinado por Monserrat desde el estudiantado y con apoyo académico de la profesora Dra. Cynthia Cantarutti, además de acompañamiento técnico de la Dra. Verónica Palacios, especialista en patología oral. También integran el equipo los estudiantes Bastián Barahona, Héctor Álvarez, Isidora Cuevas, Francisco Velásquez, Francisco Leiva y Paz Hidalgo.
Según explica la estudiante, el objetivo del proyecto es visibilizar el cáncer oral y entregar herramientas concretas para su prevención y detección temprana. La iniciativa busca empoderar especialmente a las personas mayores, promoviendo el conocimiento de los factores de riesgo y fomentando acciones preventivas. Para ello, se desarrollan talleres educativos, autoexámenes guiados, actividades didácticas y jornadas de screening junto a docentes especializados. “Buscamos que cada persona comprenda que su salud oral va más allá de sus dientes, y que un diagnóstico oportuno puede marcar la diferencia”, afirma.
La guía de la Dra. Cynthia Cantarutti ha sido clave en el desarrollo universitario de Monserrat. La estudiante destaca el impacto que tuvo el curso de Salud Pública impulsado por la académica en su tercer año de carrera.
“En una de sus actividades comunitarias aplicábamos flúor en jardines infantiles de la universidad. Me pareció muy significativo, y luego seguí trabajando con ella en talleres para niños de pre-kínder y kínder en distintos colegios”, destaca.
Esa experiencia marcó un antes y un después en su vocación comunitaria. Desde entonces, ha liderado diversas iniciativas, como el voluntariado de atención odontológica a personas sordas, realizado en el Colegio Jorge Otte, cercano al campus San Joaquín.
En lo que respecta a esta iniciativa, se han realizado cinco operativos, donde se han atendido a más de 120 estudiantes con el trabajo colaborativo de más universidades. “Siento que mi mayor aporte ha sido abrir espacios para que estas iniciativas se consoliden. No es que no existan ideas en la Escuela, pero a veces falta visibilizarlas, impulsarlas, acompañarlas con un equipo”, señala.
Gracias a esta trayectoria comunitaria que Soto ha consolidado en sus años de carrera, fue seleccionada para representar a la Facultad de Medicina en el programa Transforma e Impacta UC, compartiendo con líderes estudiantiles de universidades de Colombia y México. “Soy la única de la Facultad de Medicina, y ha sido una gran oportunidad para formarme en liderazgo y fortalecer mis habilidades”, comenta.
De cara al futuro, Monserrat proyecta su desarrollo profesional en el ámbito de la salud pública y la docencia, con el propósito de seguir impulsando proyectos con impacto social: “Me encantaría dedicarme a la salud pública y hacer docencia algún día, para incentivar este tipo de iniciativas. En un momento necesité a alguien que me guiara, y por suerte la encontré. Quiero que otros también tengan esa posibilidad”.
Para ella, la formación odontológica debe estar conectada con la realidad y la comunidad, interiorizando con las problemáticas de las personas en terreno: “La clínica es muy cerrada, pero estas actividades me han permitido ver qué necesitan realmente las comunidades. No basta con saber hacer una resina perfecta, también hay que saber comunicarse, conversar, identificar necesidades”.
“Me gustaría que los futuros colegas se conecten con la realidad de las personas. Que no las vean como un diente o un medio para obtener recursos, sino como un todo. La odontología debe tener un enfoque centrado en la persona, su comunidad y su entorno”, concluye Monserrat Soto, estudiante de la Escuela de Odontología UC.
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