Por: Dr. Hernán Ramírez.
Académico de la Escuela de Odontología UC.
Alrededor de un tercio de las consultas de la especialidad de Cirugía Maxilofacial en la Red de Salud UC CHRISTUS se deben a pacientes que aquejan dolor crónico en su boca, explica el Dr. Hernán Ramírez, académico de la Escuela de Odontología UC.
“Se entiende por dolor crónico aquel que persiste después de que la causa que le dio origen ha desaparecido, en general se acepta que el plazo para definir dolor crónico va entre 3 y 6 meses. Para que el dolor efectivamente cese se necesita un buen manejo del dolor en la fase aguda, de otra forma se puede convertir en crónico”, señala el Dr. Ramírez.
¿Cuáles son las principales causas del dolor crónico?
Lo más frecuente es la infección dental o asociada a procedimientos dentales habituales, pero también hay otros fenómenos como los desórdenes musculoesqueléticos que afectan las articulaciones o músculos masticadores. También pueden existir dolores neuropáticos, es decir, originados en los nervios sensitivos de la cara, la boca, los dientes o maxilares. Si el diagnóstico no es correcto y el dolor se maneja de mala forma, podría convertirse en dolor crónico.
Un ejemplo es el dolor que persiste después de haber operado una muela del juicio no obstante ha transcurrido un período de tiempo suficiente para la cicatrización y no se encuentra evidencia de lesión que explique el dolor. En estos casos lo que ha ocurrido es la cronificación del dolor, probablemente por mecanismos de irritación de los nervios periféricos, lo que se llama también fenómeno de sensibilización. Esto ocurre por un mal control del dolor en la fase aguda, en pacientes que tienen factores predisponentes como depresión crónica, fibromialgia y otras patologías. .
¿Cuáles son los medicamentos usados y cuándo se produce el abuso?
Hay medidas farmacológicas que contemplan medicamentos específicos contra el dolor, también antidepresivos y opioides, que deben ser indicados por el médico o cirujano dentista tratante.
En mi experiencia, el abuso más importante se hace con los opioides cuando el paciente tiene características adictivas y no se tiene supervisión. Otra situación preocupante es la autoprescripción de medicamentos antiinflamatorios que tienen impacto a nivel digestivo (perforaciones de úlceras, sangrado digestivo, agravamiento de gastritis) y alteraciones de la hemostasia y coagulación, todos ellos efectos adversos esperables en estos medicamentos y que el profesional que los prescribe debe saber prevenir adecuadamente, agrega el Dr. Ramírez.
Pontificia Universidad Católica de Chile 2024