Por: Dr. Fernando Hormazábal.
Docente y especialista en dolor orofacial y sueño UC.
Si no descansas bien, roncas por las noches y durante el día sientes sueño y cansancio excesivo, lo más probable es que sufras del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS). Esta es una enfermedad que se ve tanto en niños como adultos y que afecta al 5% de la población.
Para hablar de este tema, en el Consejo de Salud Bucal de junio conversamos con el docente y especialista en dolor orofacial y sueño UC, Dr. Fernando Hormazábal.
¿En qué consiste la apnea del sueño?
Son episodios repetidos de pausas respiratorias que ocurren durante el sueño, las cuales se asocian a una reducción de la cantidad de oxígeno en la sangre. Este trastorno se ocasiona tanto en adultos como en niños y adolescentes, y hoy, se presenta como un factor de riesgo importante para otras enfermedades de tipo cardiovascular y metabólico, entre otras.
¿Cuáles son las causas de la apnea del sueño?
En la mayoría de los casos, la apnea del sueño se produce cuando se relajan los músculos de la faringe durante el sueño y las vías respiratorias se obstruyen. Alterándose la función cardiovascular a causa de la falta de aporte de oxígeno y al aumento del dióxido de carbono que ingresa.
¿Cuáles son los signos y síntomas que se presentan?
Uno de los signos clínicos principales es el ronquido, el cual puede iniciarse un tiempo antes e ir aumentando en frecuencia e intensidad. Las pausas en la respiración al dormir presenciadas por el propio paciente y/o su acompañante, también son elementos sugerentes de la enfermedad. Otro de los signos clínicos más comunes de padecer apnea del sueño son los despertares frecuentes durante la noche, como la necesidad de levantarse al baño a orinar (nicturia).
De los síntomas clínicos más importantes, la sensación de un sueño poco reparador está presente en hasta un 80% de los pacientes que tienen apnea del sueño, además, padecen somnolencia diurna excesiva y alteraciones en la memoria, atención y concentración.
¿De qué forma se relaciona con la odontología?
Para asegurar la permeabilidad de la vía área, es importante no presentar obstrucciones de la misma. Uno de los factores que están asociados a la obstrucción de la vía aérea superior es la relación de los huesos del esqueleto facial en sentido horizontal y vertical del hueso maxilar y mandibular, los cuales dependiendo de su posición, pueden ser un factor importante de obstrucción de la vía aérea.
Además, algunos de estos pacientes pueden quejarse de bruxismo relacionado al sueño (rechinar o crujir de dientes), el cual en muchos de estos casos, puede ser secundario a los eventos de obstrucción o pausas respiratorias repetitivas. Este punto es válido tanto para niños, adolescentes, así como para adultos. Por lo tanto, la presencia de episodios de bruxismo relacionado al sueño debe hacernos sospechar de un probable cuadro de apnea del sueño.
¿Cuál es el tratamiento que debe seguir un paciente?
Antes del tratamiento, el paciente debe ser evaluado por un equipo conformado por especialistas en sueño, quienes cuantificarán la gravedad del trastorno mediante un estudio del sueño que se denomina polisomnografía. En este examen, el paciente es monitorizado durante toda la noche en un laboratorio de sueño.
Una vez realizada la evaluación, el tratamiento recomendado se liga principalmente al cambio de hábito en la vida cotidiana, evitando dormir de espalda, disminuir el consumo de alcohol, tabaco y el uso de fármacos para dormir.
Se recomienda aplicar aparatos bucales denominados Dispositivos de Avance o Adelantamiento Mandibular (DAM), los cuales generan un aumento en el espacio de la vía aérea superior.
Los pacientes con cuadros más severos, deben usar dispositivos de presión positiva de aire, como el CPAP, el cual se encarga de mantener una presión continua de aire para evitar las pausas en la respiración.
En caso de los pacientes que posean alteraciones esqueletales maxilares y mandibulares de mayor importancia, en previo acuerdo entre paciente y equipo del sueño, se pueden realizar tratamientos de cirugía maxilofacial y de ortodoncia.
Finalmente, ¿qué recomendaciones les haría a los pacientes?
Lo principal es preocuparse de dormir bien. No utilizar aparatos electrónicos hasta más allá de las 20 horas. Comer y reducir el consumo de tabaco, café y otras bebidas estimulantes a lo menos 2 horas antes de dormir. Respetar las horas necesarias que cada uno debe dormir para un sueño reparador. Mantener un buen peso y actividad física frecuente también son indispensables para reducir la posibilidad de aparición de ronquido y apnea del sueño, así como estar atentos ante la aparición de episodios de pausas respiratorias, bruxismo u otros signos asociados que se puedan relacionar a una mala calidad del sueño.
Fernando Hormazábal
Especialista en Dolor Orofacial y Sueño
Centro del Sueño UC
Pontificia Universidad Católica de Chile 2024