Este 31 de mayo es el “Día Mundial sin Tabaco” y en Odontología UC conversamos con la Dra. Verónica Palacios, docente y jefa del Diplomado en Actualización en Diagnóstico y Tratamiento en Patología de la Mucosa Oral con respecto a los riesgos y consecuencias que se tiene al fumar tabaco.
“Los riesgos de fumar tabaco y, en general del consumo de distintas formas de tabaco (mascado, solo o mezclado con otros elementos), se relaciona con los componentes carcinogénicos que este tiene, por ejemplo hidrocarburos aromáticos policíclicos, y nitrosaminas, es decir componentes asociados al desarrollo de cáncer en distintos territorios del cuerpo humano, partiendo por la cavidad oral, la orofaringe y el tracto respiratorio en general, riesgo que es mayor cuanto más se fuma, por lo tanto la consecuencia más potente es el desarrollo de cáncer”, declara la académica.
Adiciona que “el cigarrillo está vinculado también a mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares por los múltiples componentes del tabaco y también la nicotina, que provoca efectos como aumento de presión arterial, por vasoconstricción mediada por catecolaminas, asimismo hace aumentar el riesgo de fenómenos trombóticos, porque se activan las plaquetas y el endotelio, sin dejar de lado la menor oxigenación de la sangre cuando se inhala el humo…”
Agrega que “fumar también aumenta el riesgo de Periodontitis crónica y deteriora la respuesta reparativa de los tejidos periodontales a la terapia profesional. El pronóstico de la rehabilitación sobre implantes por ejemplo depende mucho de que el paciente deje de fumar”.
Sobre el cáncer oral, manifiesta que “hay que señalar que más del 80% de los enfermos con cáncer oral son fumadores, y eso la población en general debe tenerlo claro desde la etapa juvenil para que no se inicie en el consumo de tabaco, porque como es adictivo cuando las personas quieren dejar de fumar muchas veces requieren tratamiento para la adicción porque solos no pueden, entonces se parte con algo recreativo, social y terminamos con algo que hace daño y no se puede dejar. No fumar es una forma de evitar el cáncer oral, éste se debe prevenir también con una dieta rica en frutas y vegetales, con un control de salud periódico donde el odontólogo puede detectar lesiones en la mucosa oral que son la antesala del cáncer”.
Con respecto a quiénes son los grupos de riesgo para el cáncer oral, la docente añade que “son los adultos de más de 40 años en general, un poco más hombres que mujeres: fumadores, bebedores problema también, menos comúnmente portadores de Virus Papiloma Oncogénicos en el caso de cáncer orofaríngeo”.
Ante la pregunta de tratamientos de enfermedades que se derivan tras el consumo de tabaco, Dra. Palacios sostiene que “quién desee superar enfermedades asociadas al cigarrillo primero debe dejar de fumar. El cáncer oral, la enfermedad coronaria, la periodontitis se benefician del cese del tabaquismo, pero dejar de fumar no es fácil, puedes encontrar apoyo en una terapia profesional psicológica además con parches de nicotina o fármacos que bajan la ansiedad y poniendo mucha voluntad”.
Finalmente, sentencia que “dependiendo de la enfermedad que se trate, todas las asociadas al consumo de tabaco son de alto costo. El cáncer requiere cirugía complejas y largas hospitalizaciones, radioterapia y aún así el cáncer oral tiene un pronóstico hasta ahora pobre, con porcentajes de sobrevida de 50% a cinco años plazo. Las enfermedades cardiovasculares por otra parte son también de alta complejidad y costo para la salud pública y la economía familiar, con daño severo a la calidad de vida de las personas. La periodontitis lleva a la perdida de piezas dentarias irreversiblemente y con ello generan una muy mala calidad de vida para las personas adultas, con altos costos en rehabilitación que no están al alcance de todos en un país, como el nuestro, sobre todo ahora en tiempos de pandemia”.
